miércoles, 21 de marzo de 2012

22º LLANTO

Al recordarla, las lágrimas brotaron como torrente, una cascada de dolor que recorría su cuerpo entre estertores, sus manos bañadas en soledad solo podían cubrir el rostro para no ver su propia vergüenza, su alma atormentada por el pasado.
Sentado en la arena fumando su pipa, admirando el mar y descansando, esperando el ocaso que marque el fin de otro día solitario y triste.
Estaba muy cansado, la vida se le escurrió entre las aventuras y no podía volver el tiempo atrás. Rogaba cada día que la muerte lo llevara, ya que era muy cobarde para decidir el mismo cuando sería el día.
Extrañaba a Elizabeth, ese nombre rondaba en su mente todo el tiempo, no podía quitárselo, no podía dejarla atrás, no se atrevía a enterrar su nombre. Luchaba entre la vida y la muerte, vivir con sus recuerdos o morir y encontrarla. Pero la vida le pasaba factura por la forma en que vivió.
Aún sentía las manos sucias y pegajosas de sangre ajena, a veces se despertaba en la noche y se tocaba las cicatrices y rogaba no encontrarlas, que fuera un sueño, una pesadilla nada más. Pero ahí estaban para recordarle la infinidad de vidas que tomó y las vidas que otros tomaron bajo sus órdenes.
Vivía atormentado por cientos de caras y ojos suplicantes, implorando perdón donde sabían que no lo encontrarían.
Y tenía miedo, miedo que la muerte viniera a buscarlo en su peor forma, para castigo eterno de su alma maldita.
Mirando unas nubes que amenazaban con cubrir en unas horas todo el cielo, vio con asombro una forma femenina que se recortaba en el horizonte, un perro parecía estar sentado a su lado.
El llanto nació y tardó mucho tiempo en desaparecer, las gotas de lluvia comenzaron caer antes de tiempo, miró al cielo y dejó que el agua tibia por el verano lavara su llanto, sintió una caricia en su mejilla como al pasar. Una tierna caricia que llegó con el viento.

2 comentarios:

  1. las caricias que recibis en el alma son caricias que tranquilizan y acompañan siempre....... me gusta el Faro II.... un abrazo Gabriel!

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  2. el viejo no piensa así. gracias por pasar.

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