domingo, 4 de marzo de 2012

20º ELLOS (VER CAPITULO 3º)


El viejo fumaba su pipa mientras miraba el océano tristemente. Recordaba cuando se hizo al mar por primera vez, cuando fue rescatado.
Un barquito se acerco a la orilla y el muchacho tomo el ancla que le arrojaron y lo clavo en la arena afirmándose con los pies sobre ella. Una mujer joven y un hombre bajaron agradeciéndole la ayuda, a todo esto Moreno miraba atentamente a la mujer, tenía un parecido con alguien que conocía, pero no sabría decir quien.
Comenzó a nacerle una intriga en el fondo de su pecho, como un volcán en erupción, algo que debía averiguar y no podía dejarlo así, sin saber que o quien era. La mujer de unos 30 años, rubia y de piel extremadamente blanca poseía los ojos azules mas profundos que había visto, el hombre era fornido y alto, su pelo corto pero ondulado y la camisa blanca de lino suave y delicada que llevaba lo hacia parecer a los piratas de antaño, una barba corta y cuidada demostraba que era muy meticuloso.
Con sus 12 años, Moreno era un joven muy despierto, aunque caviloso, se lo veía pensativo siempre ante cualquier situación nueva. Esto lo hacia muy juicioso y cuando decidía algo, era así o seria así y de esa forma que el pensó o predijo. Por eso le ofrecían siempre trabajos de confianza ya que todo el mundo confiaba y cuidaba al muchacho.
Nunca imaginó que conocerlos sería lo que marcaría para siempre su vida y lo convertiría en el hombre que fue.

1 comentario:

  1. que lindooo!!! me gusta la imagen de Moreno, ojos cansados....
    Leyendo el escrito me parece verlo mirando tristemente el profundo y lejano océano ....y aunque EL FARO sea una mezcla de fantasía y realidad, siempre hay y habrán situaciones que marcan nuestras vidas.... abrazo Gabriel.

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